Hablar por hablar

Cuando no hay nada de qué hablar, no está mal perder el tiempo erosionando la estabilidad del eterno rival. Esto es lo que deben pensar los diarios deportivos madrileños, que un día sí y otro también se dedican sistemáticamente a airear nuestros (pocos o muchos trapos sucios). Como no nos pueden ganar en lo deportivo, pretenden debilitar nuestra moral. Un día toca burlarse de las lágrimas de Guardiola tras obtener el sexto triunfo en este año histórico, al otro exagerar hasta la paranoia la muy lógica negativa del entrenador al hecho de renovar a ciegas sin saber quién va a ser el nuevo presidente, y más adelante narrar con pelos y señales la bronca que, supuestamente, le echó Laporta a su vicepresidente Soriano, por haber anunciado que se presentaba a las elecciones sin habérselo comunicado previamente a él. Si ésto es información deportiva, que venga (del cielo) Ladislao Kubala y lo vea. De todo lo dicho, tan sólo debería preocuparnos (y no mucho) la paciencia con la que Pep se toma...