Y ahora... Robinho

Desde que, el otro día, una cámara capciosa pilló a Guardiola y a Txiki discutiendo durante un entrenamiento, determinados medios de comunicación pretenden hacernos creer que algo (malo) está comenzando a suceder en Can Barça. Precisamente para que tal idea se desvanezca, ayer saltaba la noticia de que el Barcelona está a punto de culminar el fichaje de Robinho de cara al mercado de invierno. De este asunto y este jugador ya se había hablado meses atrás; parece que es del agrado de Pep, a quien lo le importa ni su pasado merengue ni su sangre caliente brasilenha que le impulsa a la juerga y el exceso. Ya durante su estancia en el Bernabeu tuvo más de un problemilla en este sentido. Aún recuerdo cuando desde Brasil se anunciaba a bombo y platillo, hace cosa de seis años, que el Real Madrid le había echado el ojo a un muchacho prometedor que iba a convertirse en el nuevo Pelé. No ha respondido Robinho a las expectativas que creó, ni vestido con la elástica blanca, ni con la del Manchester City, su actual club, ni mucho menos con la canarinha. Pero parece que nuestro entrenador le sigue de muy de cerca. Yo todavía estoy esperando que Chygrynskiy nos demuestre sus méritos, y, por supuesto, bastante más por parte de Zlatan. ¡Recemos para que esta nueva veleidad de Pep, la cual, por cierto, pondría en peligro la evolución de Pedro, que juega en la misma demarcación de Robinho, no sea un nuevo capricho condenado al fracaso como los de Keirrison y Henrique!.