Lo de Chygrynskiy

Voy a ser mordaz e incluso algo irrespetuoso. No es mi estilo, y lo sabéis, pero la ocasión lo exige. Casi todos hemos escuchado lo que se rumorea (con mucha maledicencia… o no) acerca de ciertas inclinaciones sexuales (muy respetables, of course) de Pep Guardiola. Pues bien, cuando veo jugar a ese “super defensa” llamado Dmitro Chygryskiy, me pregunto dónde leches están los méritos que Pep encontró en él para convertir su fichaje en el culebrón del pasado verano. Pero, Dios Mío, ¡si es más malo que la quina! Cada que vez que tiene la oportunidad de jugar, hace alguna pifia. Ayer, nuevamente, regaló a los mallorquinistas una serie de balones comprometidos, uno de los cuales devino en el segundo gol contrario. A diferencia de Xavi o Iniesta, la presencia de Chygrynskiy hace peor el juego de sus compañeros. No puedo uno estar concentrado teniendo por compañero a un cantamañanas como él. En cualquier caso, no podemos responsabilizarle sólo a él de los errores que cometió nuestra defensa anoche. Puyol, como central, es cojonudo, pero, como lateral derecho, el pobre está negado; ¿por qué no se fichó a un sustituto digno para Dani Alves? Piqué, como ya he dicho alguna vez, está en notoria baja forma, y, éso sí, Abidal ayer no estuvo tan mal como contra el Rubin Kazan (y, Maxwell, por cierto, chupando banquillo una vez más). No sé si son sólo pequeños fallos a corregir o que, como dicen los pro-madridistas, se acerca un fin de ciclo, lo que sí que sé es que, si nos ponemos un poco drásticos, todas las líneas necesitan una puesta a punto, y, ante la inminencia de la apertura del mercado de invierno, sólo se habla de fichar a un extremo (Robinho) y a un centrocampista (Mascherano). ¿Y la zaga, Pep…? No la descuidemos, que no andamos precisamente sobrados de efectivos.