¿Qué nos está pasando?
A lo tonto, a lo tonto, el vigente Campeón de Europa está casi eliminado de la Champions de este año. Suena duro, ¿verdad? Pues más duro es presenciar, partido tras partido, cómo somos incapaces de marcar ni tan siquiera la mitad de goles que el año pasado, con la excepción del encuentro ante el Zaragoza, que, ciertamente, resultó ser un rival muy menor. ¿Qué nos está pasando? ¿Por qué prácticamente los mismos jugadores son incapaces de cosechar los mismos resultados de la temporada pasada?. ¿Por qué se ha perdido la excelencia en nuestro juego? Las razones son varias y voy a tratar de resumirlas:
1. Ya nos conocen y nos tienen tomada la medida. Todos los entrenadores de los equipos a los que nos enfrentamos hace un año no dudaron en elogiar nuestro juego, denominándonos muchas veces "el mejor equipo del mundo". Pero, claro, una cosa es elogiar y otra muy distinta resignarse, y, poco a poco, las fórmulas para frenarnos han ido corriendo de boca en boca. Con una defensa de ocho jugadores es muy complicado marcar un gol, máxime cuando los dos futbolistas de campo restantes se pegan como lapas al Xavi o al Messi de turno, impidiendo que toquen balones con garantías de éxito.
2. Ya no presionamos como antes. El año pasado, Eto'o incordiaba a los porteros y defensores rivales de tal modo que se ponían tan nerviosos que se volvían imprecisos. Es indudable que ibrahimovic tiene mucha calidad, pero el hombre no presiona tanto como debería.
3. Messi está en baja forma. Es un hecho: desde que volvió de sus compromisos con la selección argentina, Messi no es el mismo. Las críticas de Maradona le han hecho mella, y en partidos como el de anoche, Leo está tan fallón que no es ni la sombra de sí mismo.
4. La defensa en zona sigue fallando. El sistema defensivo que Guardiola se empeña en mantener requiere no sólo una concentración formidable y una solidaridad total por parte de todo el bloque, sino también un estado de forma que muchos de los nuestros no tienen. Hace ya varios partidos que vengo observando que Piqué o Chygrynskyi no corren tanto como los delanteros contrarios, y éso nos deja demasiadas veces con el culo al aire.
5. La banda izquierda vuelve a estar descompensada. Mucho se habló el año pasado de que, en comparación con la banda derecha, donde Alves se pasa la vida corriendo de arriba a abajo y atacando como un delantero más, la izquierda es muchísimo más conservadora y crea menos juego ofensivo. Tras la contratación del brasileño Maxwell, que es tan agresivo que a veces casi se olvida de defender, pareció que Abidal se ponía las pilas... pero ya parece que al francés las pilas se le han vuelto a descargar.
6. Demasiado toque y poco chut. No cabe duda de que el Barça juega un fútbol exquisito y nuestros hombres practican un elegantísimo juego de toque y retoque, pero a veces es exasperante que se dén tantísimos pases y se chute tan poco. Los disparos puros y duros son tan raros de ver que, cuando se producen, a todos nos sorprenden.
7. Necesitamos a Henry. Independientemente de que llegue o no llegue Robinho, necesitamos que Tití vuelva a reivindicarse como lo hizo la temporada pasada. Si su compromiso con el Barça fuese la mitad de apasionado que con la selección de su país (no olvidemos que hace pocas semanas fue capaz de jugar incluso lesionado, con lo cual su lesión fue a más), otro gallo nos cantaría.
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