Últimos cartuchos
Ultimamente, escribir sobre el
Barça es lo más parecido a escribir necrológicas, pseudo literatura, por
cierto, que antaño era todo un arte. Y
es que, a pesar de que Xavi quiso tranquilizar a la culerada con el anuncio de su cambio de opinión con respecto a su
marcha anunciada, veo muy pocos motivos para estar tranquilo. La derrota con el Girona (otra vez por 4-2) nos
ha desprovisto de la segunda plaza en Liga y tal vez nos impida jugar la próxima
Supercopa. Encima, al acabar el partido, el Mister nos regaló una rueda de prensa rocambolesca (otra más) en la que afirmó haber
sido superior a los gerundenses (y también a los madridistas, no te lo pierdas)
y, por si fuera poco, le echó la culpa de la debacle a la “inmadurez” de los
jugadores más jóvenes. Lo he dicho muchas
veces, Xavi, como centrocampista, como creador de juego, me pareció el mejor de
la Historia y, como persona, me cae muy bien también, pero esas bravuconadas
que no puede respaldar con hechos me sientan como una patada en el estómago. Y lo dramático es que, con él al mando una
temporada más, nadie nos garantiza que se vaya a enderezar el rumbo. La cuestión económica ya es la monda: no hay
ni un duro en las arcas del club. Xavi
quiere fichajes y se han filtrado nombres como Bernardo Silva, Kimmich, Zubimendi
o Dani Olmo, pero lo más probable es que, para poder comprar, primero haya que
vender, y casi ninguno de los jugadores que el Barcelona ha puesto en el mercato (Lawandowski, Frienkie, Raphinha…)
quiere irse, y eso complica aún más las cosas.
En fin, quedan aún 4 partidos para culminar esta desastrosa temporada
2023-24, y toca encomendarse a los Santos Blaugranas (si los hay) para que los
ganemos todos y el Girona tan siquiera pierda uno o empate dos, porque todos
sabemos que quedar terceros sería una (otra) pésima noticia…
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