Adeu, Xavi... Hallo, Hansi

 


Dije hace tiempo que, por muy mal que fueran las cosas, no podía imaginarme a una leyenda como Xavi Hernández siendo destituido.  Me equivocaba.  Hoy, veinticuatro de mayo de 2024, Joan Laporta le ha comunicado a Xavi que el partido que el Barça disputará ante el Sevilla este próximo domingo será su canto de cisne como técnico culé.  Lo primero que tengo que decir es que no sólo me entristece esta decisión sino que deploro el momento y la manera en que ha tenido lugar.  ¿Qué les costaba esperar siquiera tres días, hasta el lunes, para oficializar el final de la “era Hernández”?  Tengo claro que todo viene de la reunión que se filtró que mantuvieron este miércoles Deco y Bokan Krkic con el antiguo técnico del Bayern, Hansi Flick.  Si ese encuentro, que tuvo lugar en Londres, hubiera permanecido secreto, Xavi hubiera tenido un mejor final, un final más acorde con su historial.  Pero es que todo el proceso ha bordeado, o traspasado, los límites del sainete y la astracanada.  Xavi anunciando en Enero que se va.  Xavi manteniendo contra viento y marea su determinación en cada entrevista en la que se le cuestionaba.  Deco y Laporta dejando entrever que, con todo, a Xavi se le podía convencer de que no se fuera.  El Barça perdiendo sistemáticamente todas las opciones de ganar cualquier título en la presente temporada.  Laporta invitando a la directiva a una cena a base de Sushi en la que a los disidentes se les conminó a acatar la permanencia de Xavi.  Xavi dejándose querer y desdiciéndose de lo dicho para aceptar cumplir finalmente su año de contrato.  Xavi exteriorizando en rueda de prensa, como para justificar sus (de)méritos como entrenador, la  penosa situación (económica, social y deportiva) de la entidad.  Laporta y sus allegados filtrando su monumental enfado ante la incontinencia verbal del preparador, dejando entrever que se arrepentían de la confirmación del de Tarrasa y que se reabría la veda de la caza de su sustituto.  Parece que Flick (que, recordémoslo, era el técnico del Bayern cuando nos endosaron aquel vergonzante 8-2) ha sido el elegido, lo cual no me parece mal del todo (es que, recordémoslo, las alternativas era Tuchel, Motta o, en el mejor caso, Márquez), pero, insisto… ¿por qué no han podido esperarse a que Xavi disputara su último partido ante el Sevilla?  ¿No podían haberse  mordido la lengua siquiera unos días más…?  Leo y escucho en los medios de comunicación pro-madridistas que es vergonzosa la manera en la que el Barcelona está tratando a sus leyendas (Messi, Koeman, Xavi…) y me da mucha rabia que, en casos como éste, puedan tener algo de razón.  A propósito…  ¡buen viaje, Xavi, y mucha, mucha suerte, Hansi!


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