La culpa fue de Guardiola


Estoy todavía indignado, y eso que he dejado pasar el cabreo que tenía anoche justo al acabar el partido. Las sensaciones que tuve fueron exactamente las mismas que cuando el Sevilla nos vapuleó en el partido de ida en el Camp Nou en la Copa del Rey de este mismo año. El mismo equipo enfrente, y las mismas decisiones discutibles por parte de nuestro técnico. Sólo había que mirar a Jesús Navas, que salió de titular y al menos corrió hasta que tuvo fuerzas. Guardiola se equivocó al dar descanso a TODOS los campeones del mundo con España, se equivocó con la alineación y sobre todo se equivocó con los cambios. Querido Pep, ayer no era un bolo de pretemporada, sino la mitad de la consecución de todo un título oficial, que ahora lo veo más que perdido. Pero todo hubiera sido distinto si hubieran salido, siquiera unos minutos, Xavi, Puyol, Piqué o sobre todo Valdés. Miño estuvo todo el tiempo aterrorizado, impreciso, y ese gol que le colaron por debajo de las piernas fue de traca. ¿Así va a ser la temporada? Si en cada ocasión en que falle alguno de los titulares se va a echar mano de la cantera, pero el pobre jugador está más verde de lo que el entrenador se cree, apañados vamos. Hay que fichar, lo diré una y mil veces. Por muy buenos que sean los mozalbetes, necesitamos más experiencia o, ¿por qué no decirlo?, más calidad. Con todo, en la primera parte tuve buenas sensaciones, y no era tan complicado mantener el resultado (0-1) o quizás aun haberlo mejorado. Pero Pep se volvió loco y, cuando sacó a Messi, lo hizo ¡sustituyendo a Ibra!, que ayer hasta corría y todo. Pero vamos a ver, ¿a quién se le ocurre? En lugar de retirar a Bojan que anoche parecía el más torpe de los canteranos, quita al sueco, justo el único que había estado fino de cara a la portería. Luego, cuando los sevillistas se van para adelante con verdadera ambición, retira a Jonathan (pefil Xavi), es decir, el cerebro del equipo, y saca a Thiago (perfil Busquets), más defensivo, como renunciando al ataque. Para rematar la faena, en lugar de llamar a Jeffren, mucho más incisivo, saca a Adriano, como si tuviera pactado el alinearle frente a su exequipo, y para ello quita a Milito, lo que obliga a Abidal a convertirse en central. Un desbarajuste, una ocasión absurdamente equivocada para hacer experimentos y probaturas. Así nos fue la noche. Así estamos a punto de perder el primer título en liza de esta temporada. Esperemos que a alguien se le encienda la luz y que, ahora que aún quedan 16 días, al menos se fiche a alguien, que ayer se evidenció que lo necesitamos como el comer.

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