A tres días vista, el Clásico ya es una realidad. Y, a juzgar, por las trayectorias de culés y merengues, sí será bastante decisivo, aunque aún queda más de media liga por disputarse. ¿Quién ganará, quién se llevará el gato al agua? Como barcelonista confeso y reconocido, espero y deseo que les demos una patada en el culo a los chicos de Mourinho, pero he de admitir que no las tengo todas conmigo. Mientras que el Barça, aun jugando bien o a veces muy bien, ha perdido acierto goleador debido a la crisis permanente de Villa, el Madrid ha ganado en solidez con respecto a temporadas pasadas, y, a cambio, no ha perdido un ápice de su pegada. Futbolísticamente hablando, los blancos, ahora mismo, me parecen absolutamente temibles, y yo no creo que, sobre el papel, el factor campo vaya a decidir nada. Pocas veces veo jugar al Real Madrid (casi podría decirse que mi religión me lo prohibe), pero, cuando lo he visto, he observado a un equipo que se cierra...