En el momento de publicar estas líneas (31 de Diciembre de 2024 a las 12:34 horas) todavía no se sabe si el Barça va a poder inscribir a su fichaje estrella (y prácticamente único) de la temporada, Dani Olmo. El plazo para inscribir termina a las 23:59 horas y las dos intentonas judiciales han fracasado. Sólo queda la aportación a la desesperada de dinero en metálico, ya sea mediante la venta de los palcos VIP del Camp Nou (al que, por cierto, no se podrá volver hasta mediado el año que viene) o, en el último caso, mediante aval bancario personal del presidente Laporta y sus directivos más afines. Y, por supuesto, tampoco está previsto llegar a la cacareada regla del 1:1. Las últimas horas de este año van a ser dramáticas, y todo huele a ridículo estratosférico. Una vez más. Laporta, que n’aprenguin !
Creo que el periodismo deportivo actual, al menos el que atañe al Fútbol Club Barcelona, adolece de un preocupante exceso de información. Demasiado pronto se airean las preferencias por éste o aquel jugador, se difunden todas las estrategias para su contratación y se revelan los entresijos de las negociaciones. Si, para que los aficionados culés (que somos muchos) seamos conscientes de a qué jugadores se pretende fichar, al mismo tiempo se está informando a los clubes rivales y, de paso, a aquél que más nos detesta, me parece que tantas expectativas acaban siendo contraproducentes. Lo digo por lo de Nico Williams , obviamente, pero también por Luis Díaz o Marcus Rashford , los siguientes de la lista. En cuanto nuestros medios de comunicación afines anuncian a los cuatro vientos que el Barça se interesa por un futbolista, cualquier club con más liquidez puede ir también a por él, y lógicamente no sólo contratarle sino también inscribirlo con mayor facilidad y pre...
¡Qué decepción! Tras una pretemporada en la que no había perdido ni un solo encuentro (dos victorias, ante el Olot y ¡ups! ante nada menos que el Real Madrid) y dos empates (ante el Manchester City de Guardiola y el Milan), llega la presentación oficial del Fútbol Club Barcelona en su feudo (provisional) y con el primer título (menor) en juego (el trofeo Joan Gamper), y poco que menos que hacemos el ridículo al perder por 0-3 ante el Mónaco, un rival que a priori parecía de lo más asequible. De un plumazo se borraron las buenas sensaciones que había causado el Barça de Hansi Flick durante la gira americana, basadas en la presión alta, el desparpajo de los jóvenes y agresivos jugadores, la solidez defensiva y la aparente buena forma física, y al final parecía que habíamos vuelto a los viejos tiempos de Xavi o, lo que es aún peor, del Tata Martino… Jugando con prácticamente los mismos que tan bien lo hicieron ante el Milan, el juego fue horripilante y el resu...
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