Mal empezamos
¡Qué decepción! Tras una pretemporada en la que no había perdido
ni un solo encuentro (dos victorias, ante el Olot y ¡ups! ante nada menos que
el Real Madrid) y dos empates (ante el Manchester City de Guardiola y el Milan),
llega la presentación oficial del Fútbol
Club Barcelona en su feudo (provisional) y con el primer título (menor) en
juego (el trofeo Joan Gamper), y poco que menos que hacemos el ridículo al
perder por 0-3 ante el Mónaco, un rival que a priori parecía de lo más
asequible. De un plumazo se borraron las
buenas sensaciones que había causado el Barça de Hansi Flick durante la gira americana, basadas en la presión alta,
el desparpajo de los jóvenes y agresivos jugadores, la solidez defensiva y la
aparente buena forma física, y al final parecía que habíamos vuelto a los
viejos tiempos de Xavi o, lo que es aún peor, del Tata Martino… Jugando con prácticamente los mismos que tan
bien lo hicieron ante el Milan, el juego fue horripilante y el resultado un
jarro de agua fría que amargó la fiesta culé y provocó los primeros pitos de la
temporada. Y eso que, durante la
ceremonia inaugural, daba miedo ver la interminable hilera de asistentes y
ayudantes de Flick, que parece que tanto no le están ayudando… El buen hacer de Marc Bernal quedó manchado por un fallo de principiante (en realidad,
el chaval es poco menos que eso) que propició el primer gol del Milan, el
segundo nos lo tragamos a pesar de que era en fuera de juego y el tercero
supuso la puntilla cuando ni siquiera habíamos empezado a competir con
auténtica intensidad. Por si fuera poco,
Lewandowski (que ayer hizo uno de
sus peores partidos) y Gündogan
acabaron tocados y son duda para el inicio de la competición de verdad. El sábado ante el Valencia será la hora de la
verdad, y ya veremos si Lamine, Cubarsí y Olmo están en forma como para debutar, si Pedri puede jugar siquiera unos minutos y si Flick sabe componer un
once sólido y eficiente. Parece que Nico
Williams no es nuestra única necesidad…
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