Demasiadas excusas

De verdad que entiendo a Mourinho. Entiendo sus razones, pero no justifico sus planteamientos. Soy el primero a quien le gustaría no haber tenido que ganar así, jugando, como de costumbre, contra 10, y lograr una victoria algo deslucida por la polémica; tampoco me gustó el haber ganado así en Stamford Bridge, aunque, claro está, también lo celebré. El Barça se caracteriza por plasmar sobre el campo un juego brillante, veloz y audaz, y tener que agradecerle a un árbitro una ayudita no solicitada me entristece como al que más. Pero nada de lo dicho cambia el hecho de que el Madrid de Mou salió, en su templo sacrosanto, a defender un empate a cero, únicamente con el objetivo de no dejar jugar al Barcelona. De verdad que hubiera deseado que los 90 minutos hubiesen acabado jugando 11 contra 11, o al menos que los dos golazos de Messi se hubiesen producido antes y no después de la expulsión de Pepe. Pero las cosas son como son. Tamb...