Todos aquéllos que, escocidos y humillados por el 5-0 del lunes pasado, han aprovechado la más mínima ocasión (el accidentado viaje a Navarra del sábado) para atacar duramente al Barça y a su técnico, tienen desde ayer un nuevo motivo para desesperarse. El hecho de que, este año, los tres aspirantes al Balón de Oro sean jugadores barcelonistas, los tres canteranos y los tres, por tanto, crecidos en el seno del club y que no han tenido que ser fichados a escandaloso golpe de talonario, debería volver a cerrarles la boca a los merengones radicales. Pero, claro, la envidia es tan mala consejera que esa caterva de rencorosos no hará sino perseverar en su búsqueda de argumentos con los que desacreditarnos. En cuanto al Balón de Oro, si a mí se me preguntase a quién se lo daría, no lo dudaría ni un momento en responder: a Xavi Hernández. Andrés Iniesta es una buenísima persona, un gran jugador y además fue quien anotó el gol decisivo para el título mundial d...