Sensaciones contrapuestas

Sensaciones contrapuestas en el partido de anoche frente al Valencia. La primera parte, tan parecida al mismo período frente al Stuttgart, una pena, un desastre, un horror. Que Ibrahimovic no iba a jugar por la sanción lo sabíamos todos, pero es que ni se notó su falta. No, para la solución del problema de la falta de gol, el sueco no es ni mucho menos la respuesta. Algunos pensábamos que Bojan era el suplente más aventajado de que disponíamos, pero... ¿alinearlo al mismo tiempo que a Pedro? Demasiado riesgo, pensé yo. Bojan por la izquierda, Pedro por la derecha y Messi nuevamente semi agazapado por el centro. Pero ¿en qué quedamos? ¿Bojan no salía para sustituir a Ibra? ¿Y no es acaso Ibra nuestro delantero centro? He oído decir que Guardiola le prometió a Messi que le haría jugar por el centro del ataque, un poco por detrás de Zlatan. La idea no me gusta, o, al menos, no me gustaba nada hasta ayer. Se supone que el juego del Barça necesita de extremos rápidos, que deben complementarse con sus respectivos laterales de banda. Yo esperaba a Messi por la derecha (su posición habitual), a Bojan por el centro... y a Henry (y no a Pedro) por la izquierda. También esperaba a Touré acompañando a Iniesta y a Xavi, pero Pep puso a Busquets, que cada día es más fijo, y no siempre justamente. Y, obviamente, el amigo Emery (que tantos años pasó en Lorca, la ciudad en la que vivo), como todos sus predecesores y todos sus sucesores, intentó ahogar a los dos pequeños y geniales centrocampistas para impedir la fluidez del balón. No es de extrañar que la primera parte fuese una tortura, un tormento que, afortunadamente, pasó sin goles. Alves, sin Messi por delante, era medio Alves. Pedro, en la banda derecha, era mucho menos efectivo. Bojan, por la izquierda, fue una nulidad. Maxwell, por detrás de él, dos nulidades. Xavi, Iniesta y Busquets no tenían tiempo ni para pensar; con razón la mayoría de sus pases fueron baldíos... Pero algo cambió en el descanso. Tengo la intuición de que quien reorganizó el juego azulgrana en la segunda parte no fue Pep, sino Tito Vilanova, que por algo daba la cara en el banquillo. Porque, desde luego, no es propio de Guardiola sacar a un jugador de inicio en el segundo tiempo, ¡él, que hace los cambios cuando faltan apenas minutos para el silbido final!. Pero sí, un revivido Henry le dio un auténtico baño, una lección magistral al pipiolo Bojan. Vale que no marcó, pero desbordó, mareó a los defensas y se los llevó detrás, dejando a Messi libertad para culminar las jugadas que él inició. También debieron hacer mella en los valencianistas el reciente partido de Europa League y la recaída de Albelda, y su presión bajó en intensidad y Xavi y, sobre todo, Iniesta pudieron hacer de las suyas. Entonces fue cuando surgió la gigantesca figura de La Pulga, que culminó tres jugadones con tres golazos como tres soles. Para que luego digan que no es el Mejor del Mundo, sino ese otro que se viste de blanco... Ayer Messi fue el Salvador, el Elegido y también el Messías, pero ya me imaginaba yo que algo sucedería en Valladolid que empañara un poco su hazaña. El Madrid ganó a los pucelanos (éso era lo previsible), pero, celoso de su compatriota, el "Pipita" Higuaín también tenía que anotar tres tantos. Si es que los blancos no soportan no ser el permanente centro de atención, para lo bueno o para lo malo...

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