Nos falta gol

Palpable mejoría la que pudimos vislumbrar el sábado en el Camp Nou. Volvió Alves, y mejoró la circulación del balón, retornó el juego por las bandas y se multiplicaron las opciones ofensivas. Hasta Maxwell, en la banda izquierda, se contagió de la ambición de su compatriota y realizó un gran partido. Bueno, en realidad, casi todos los azulgranas rindieron a un nivel como mínimo notable, empezando por Messi y acabando por Valdés (o viceversa). Fundamental también la aportación de Pedro, a quien se debió el providencial primer gol, que esta temporada viene siendo trascendental. El problema de la falta de gol es de lo más inquietante. En la primera parte frente al Málaga creamos tantas y tantas ocasiones que parecía que nos hubiese mirado una docena de tuertos. Joder, ¿cómo se puede fallar tanto? Yo no me lo explico. Como digo, el juego mejoró ostensiblemente, gracias sobre todo a que Guardiola mantuvo a Iniesta como centrocampista ofensivo y no como falso extremo izquierdo (posición en la que el hombre no se desenvuelve tan bien como partiendo del centro del campo) y a que Messi también gozó de mayor libertad para comenzar sus galopadas desde bastantes metros más atrás. El amigo Ibrahimovic volvió a ofrecernos uno de sus peores partidos; ¿dónde está el "9" cuando se le necesita? Desde luego, Zlatan no sabe colocarse como, por ejemplo, lo hace David Villa, que siempre parece estar donde va a poder marcar. No, nuestro sueco no es que se haga el sueco, es simplemente que el 60 % del tiempo está en fuera de juego, el 30 % desubicado y en el 10 % restante hace lo que puede... que casi nunca es suficiente. Claro que todavía sigo sin entender por qué se le anuló el gol que hubiera sido el tercero de los nuestros; ¿que cometió falta al marcar...? Pues chicos, yo no la ví, y me sentí como un gilipollas cuando, después de levantarme como un resorte y salir al balcón chillando como un energúmeno "Gooooooooool", voy y regreso al sofá y veo que el tanto no ha subido al marcador. En fin... ¿Dónde estás, Eto'o...? ¿Por qué no se da cuenta alguien de que necesitamos como el comer a un killer de ésos que, como Villa o como Higuaín, las enganchan todas? A ver si el nuevo presidente (que esperemos que sea un poco más apolítico y que, si es posible, se llame Sandro y se apellide Rosell) es capaz de materializar los fichajes de un lateral derecho que pueda relevar a Alves, un extremo izquierdo para turnarse con Pedro (a Henry ya no creo que lo tengamos para entonces) y a un goleador nato, que de ésos hay bastantes. Y si la pasta no llega y hay que posponer la llegada de Fábregas, pues mire usted, se pospone, por muy catalán que sea...