Mal empezamos


Creo que éramos muchos los que pensábamos que el preámbulo hipertriunfalista de vacilar de copas ofreciéndoselas a la afición no hacía sino presagiar un chasco como el que padecimos. El empate frente el Villarreal nos dejó con el culo al aire y a merced de los merengones, y, aunque éstos también se debieron conformar con otra "X" ante el Osasuna (con lo cual ahora dicen que "perdieron la oportunidad de empezar el año siendo líderes"), no es menos cierto que nosotros desperdiciamos la ocasión de distanciarnos más de los que nos acechan en el retrovisor. Que el Barça anda cada día menos fino es más verdad cada día, y ya no sé a quién achacarle las culpas. Joder, es que hasta Henry estuvo muy por encima de su oscuro nivel habitual, corriendo como una gacela (anciana) y rematando con un tesón y unas ansias en él irreconocibles. ¿A quién criticamos esta vez? Pues a Guardiola, para variar. De entre las varias posibilidades que tenía para suplir las bajas de Keita y Touré, probablemente escogió la menos adecuada. No es un secreto que otro de los logros mayúsculos del mejor Pep Team era que todos atacaban y todos defendían, cubriéndose la posición los unos a los otros. Sin embargo, el sábado, a los graves despistes que tuvo Puyol se sumó la negación defensiva del joven Jonathan Dos Santos, que ni supo ni pudo jugar de medio campo hacia atrás. Si los dos mediocentros que se nos han ido a la Copa de Africa eran auténticas rocas, dos huesos duros de roer, el pequeño mexicano fue más bien un quesito, un puntal hecho de mantequilla. ¿Por qué no se ubicó, por ejemplo, a Piqué como centrocampista, confiando su demarcación natural a Márquez, que se hubiese fortalecido jugando al lado de Puyol? ¿Por qué no se le da un toque de atención a Ibrahimovic, al que todas las cámaras persiguen no para captar sus goles -que se han vuelto escasos- sino sus muecas, exabruptos y rifirrafes con los defensas rivales? Y ¿por qué no se reúne el míster con Xavi y le pregunta qué diablos le ocurre, que está cada día más perdido? El agravio comparativo entre Messi y Bojan también me escandalizó. Al argentino se le dan más vacaciones que a nadie, y se le reserva ante uno de los mejores equipos de la Liga, mientras que al chaval de Linyola se le convoca, se le obliga a calentar durante la segunda parte pero se le saca cuando apenas faltan ¡cuatro minutos! para el final. Algo, o muchas cosas, no funcionan. Ya veremos qué pasa esta noche con los sevillistas. Ahí sí que debe Bojan tener protagonismo, y Pinto, y Maxwell, e incluso Jonathan, Gai y Thiago, que, si ésto sigue así, acabarán por irse a un club con menos ganas de exhibir sus títulos recientes pero en el que tendrán auténticas oportunidades de jugar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El adiós de Xavi

Demasiadas excusas

Fin de año futbolístico