Messi, Balón de Oro


Por fortuna, el Balón de Oro que otorga la revista "France Football" premia la labor realizada por un jugador durante una temporada ya vencida. Si no, dudo mucho que nuestro Leo Messi hubiese ganado ni siquiera el de latón. Porque, no nos engañemos, la "Pulga" no es ni la sombra de lo que era hace poco menos de un año. Que sí, que todo jugador, como toda persona humana, ha de atravesar baches en su estado anímico y en su juego, y nadie puede mantener por siempre el nivel superlativo que el Barça en general y Messi en particular exhibieron durante el ejercicio 2008-2009 (especialmente a finales de 2008). Pero un poco de autocomplacencia y de arrogancia bien entendidas nunca vienen mal, y éso es lo que necesita el bueno de Leo, que, por mucha pasta que recoja del Barça y muchos premios que reciba, no fue ni de lejos el jugador determinante en el último clásico, papel atribuíble a su compañero Ibrahimovic. La arrogancia y la autocomplacencia suelen venir acompañadas de la chulería, y las tres devienen del éxito personal y/o profesional. En el caso de un futbolista, el éxito se mide en goles y, en su defecto, en asistencias de gol, y en ambos terrenos el argentino está muy por debajo de los logros cosechados durante la temporada mágica del triplete. Por una parte, si yo fuera Guardiola, alinearía a Leo esta noche ante el Xerez, sólo para enfrentarle a una defensa presumiblemente floja y posibilitar su reencuentro con el gol. Para darle confianza, para darle ánimos. pero seguro que Pep apuesta por Bojan y Pedro, que también se merecen disponer de minutos. Sea lo que sea lo que se interpone entre Messi'09 y su mejor nivel, esperemos que lo supere muy, muy pronto. Por el bien de todos.

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