No, no nos vamos a Madrid


Podríamos decir, y con toda la razón, que el Barça cayó ayer con mucha más dignidad y jugando mucho mejor al fútbol que el Real Madrid cuando fue eliminado por el Alcorcón y, posteriormente, por el Olympique de Lyon. Podríamos decirlo, y sería verdad, pero no sirve de nada. Nuevamente el odioso y odiado Mourinho le ganó la partida a Guardiola. Nuevamente el Inter hizo mejor su trabajo que el Barcelona el suyo. ¿Hay alguno de vosotros que opine lo contrario? Es verdad que los azulgrana quisieron jugar y los interistas se limitaron a enrocarse y parapetarse ante su portería, practicando un antifútbol tan efectivo como sonrojante... pero de éso se trataba, ¿no?. Contraviniendo lo expuesto horas antes por Pep Guardiola, el Barça de ayer NO fue el Barça del año pasado. ¿Las razones? Más de una vez las hemos comentado. El sistema de juego del hexacampeón se ha venido basando en la inteligencia de Xavi y en la magia de Messi, como también en la seguridad de Puyol, en las paradas de Valdés y en los goles de delanteros como Eto'o. Pero, ay, Eto'o estaba anoche en el otro bando y su sustituto, Ibrahimovich, fue, más que nunca, un estorbo, un quiero y no puedo, un ejemplo de lo que un "9" no debería ser. También hay que reconocer que Pep se equivocó en el planteamiento, renunciando claramente a la banda izquierda al situar a Touré como central y a MIlito como lateral, como queriendo impedir a toda costa que Maicon volviera a poner en evidencia a su compatriota Dani Alves, que es su suplente en la Selecçao brasileña. Touré fue, sin duda, uno de los mejores hombres sobre el terreno, aunque su puntería dejó mucho que desear, pues se trató de los pocos que se atrevieron con el disparo a distancia y todos sus intentos se perdieron en el limbo. Si cuando sucumbimos ante el Sevilla en la vuelta de la Copa del Rey dije que "era un orgullo haber caído así", sobre anoche sólo puedo decir que nuestro Barça fue decepcionante, decepcionó a todos sus aficionados y se decepcionó a sí mismo. Y ¿qué fue lo que pasó? Pasó que Xavi estuvo mal. Pasó que Messi estuvo fatal. Y pasó que Ibra no tenía ni que haber estado, porque, cuando fue relevado por Bojan, faltando media hora de juego, el equipo mejoró. Hasta Piqué, un defensor, tuvo más soltura, más decisión y más puntería que el sueco. Estamos en año de elecciones, y estaría bien que alguno de los candidatos pusiera sobre la mesa algunos nombres de delanteros capaces de marcar goles, algo en lo que Zlatan, definitivamente, no da el tipo. Yo, para empezar, pido efusivamente a Villa, un killer de verdad, un tío que a lo mejor no hace tantas florituras pero que marca un montón de goles; a Higuaín quizás no, por ser excesivamente "blanco"; o a Rooney, que es otro que los marca a puñados. Pero, claro, cualquiera de los presidenciables pseudoseparatistas antepondrá a todos los demás el fichaje de Fábregas, un centrocampista que es cojonudo pero que, sobre todo, es catalán. En fin, a pesar del apoyo de la afición y del visceral deseo de "remuntada", nos volvió a faltar gol, y, si no hay gol, no hay más que arte, teoría, apariencia, fachada. Sólo Piqué, un zaguero enviado como avanzadilla, tuvo el acierto y la sangre fría para materializar, y éso hay que hacérselo mirar muy mucho. El trauma de anoche debería servir para algo. Para aprender que hay que reforzarse mejor incluso cuando se ha ganado todo. Para esforzarse por fichar bien, no a artesanos de lo estéril como Ibra ni a defensas contra los que hay que defenderse como Chygrynskyi, por no hablar de Cáceres, Hleb, Henrique y Keirrison. Pero aún nos queda la Liga. Y tampoco soy muy optimista al respecto. Lo de que ahora nos reservaremos en cuerpo y alma a una sola competición es una quimera. Porque con el Villarreal o contra el Sevilla muy probablemente tropezaremos, e incluso un empate haría campeones a los merengones, que ya procurarán por lo civil o por lo criminal aferrarse a su único título en liza. Si el Madrid pasa de ganar cero títulos la pasada campaña a uno la presente, será para ellos un gran paso adelante, pero si el Barcelona pasa de seis a cero será celebrado, sin duda, como un superfracaso, un megabatacazo, un fin de ciclo. Y yo estaría, en parte, de acuerdo. Por cierto, muy mal lo de conectar los aspersores para fastidiar las celebraciones del Inter sobre el césped del Camp Nou. Ni siquiera los del Madrid hubieran hecho algo así si el Barça hubiera ganado la Champions en el Bernabeu. Ni siquiera Mourinho y Figo se merecieron un fin de fiesta así. Lo siento, pero es cierto que no supimos perder.

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