Sin Messi

Medio mundo se ha conmocionado tras ver las imágenes de la durísima entrada de Tomas Ujfalusi sobre nuestro Leo Messi.  Yo no creo, no quiero ni puedo creer, que el jugador checo del Atlético de Madrid tuviese la intención de lesionar al argentino.  Ahora bien, tampoco me creo sus lacrimógenas declaraciones argumentando que iba a por la pelota y que sólo los nervios y la precipitación le hicieron confundir un balón con un tobillo.  No, yo más bien creo que el tipo se había leído el "Manual del defensa expeditivo" que parece estar dictando determinada prensa pro-madridista, el cual es de obligada aplicación cuando las víctimas visten de azulgrana.  Sí, me estoy refiriendo al famoso "Hay que parar a Messi por lo civil o por lo criminal" que tanto irrita a Guardiola (y a mí, ¿qué coño?).  Recuerdo cuando el propio Leo marcó aquel famosísimo gol en Copa del Rey frente al Getafe de hace tres temporadas.  Bernd Schuster, que por entonces ejercía de técnico azulón, dijo bien clarito que "ese gol lo ha marcado porque ningún defensa se ha atrevido a pararle como se le debía haber parado";  si ésa no es otra invitación a la violencia, que venga Dios y lo vea.  Por suerte, Leo tan sólo estará unas dos semanas de baja, lo cual no debería ser impedimento para que el Barça mantuviese intactas sus aspiraciones de ganarlo todo.  Yo creo que va a ser la ocasión de oro para que Bojan tenga más minutos y no sólo en Copa, su coto de caza natural. Lo malo es que Messi es mucho más que un jugador;  a estas alturas es el icono, el motor del equipo, el espíritu, la inspiración.  Y éso Bojan no lo puede suplir, por muchos goles que marque.  También Villa debería despertarse de una vez;  el domingo lo falló todo en el Calderón, a veces a causa de la estupenda actuación de De Gea, y otras veces por otras razones.  El asturiano ha perdido puntería, y miedo me da que ello sea debido simplemente a que el tiempo no perdona, a que se acerca a los 30 años y le hemos fichado demasiado tarde.  En cualquier caso, mientras tengamos a Xavi, a Iniesta, a Alves, a Busquets, a Puyol y a Piqué deberíamos poder hacer grandes cosas.  El Barcelona no puede vivir eternamente en la Messidependencia como siempre le sucede cuando no está el rosarino.  Hay que controlar el juego, dar pases al espacio y materializar cuantos más goles, mejor.  Puede que sin Leo la fiesta no sea completa y el fútbol sea menos espectacular, pero tenemos que asumir que nadie, ni siquiera él, puede jugar todos los partidos y que, a pesar de ello, estamos obligados a pugnar por ganarlo todo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El adiós de Xavi

Demasiadas excusas

Fin de año futbolístico