Selecciones, pretemporadas y fichajes


Sin haber entrenado ni una sola vez y sin haber pasado siquiera por el Camp Nou, su nueva casa, David Villa y sus 6 compañeros del Barça parten hacia México con el fin de disputar el miércoles el primer partido en el que la Selección española llevará en su camiseta la estrella que la acredita como Campeona del Mundo. Sobre la convocatoria realizada por el seleccionador Vicente del Bosque se han vertido ya miles de opiniones, pudiéndose resumir en dos posturas: quienes consideran que siempre es un honor y una obligación acudir a defender los colores de la bandera nacional, y quienes pensamos que es una vil putada despojar al Barcelona de ¡siete! de sus jugadores justo en vísperas del partido de ida de la SuperCopa del sábado frente al Sevilla. Sí, una putada, una cabronada en toda regla. Me quedé muy agradecido a Del Bosque, madridista con pasado, cuando convocó a Valdés para el Mundial y cuando alineó a Pedro en semifinales y en la final, pero ahora me pregunto ¿hubiera hecho esto mismo si fuese su Real Madrid el club que se iba a quedar desguarnecido, con riesgo de lesiones entre sus futbolistas más destacados y con sus posibilidades de ganar la SuperCopa notoriamente mermadas? Lo siento, pero no me creo eso de que “Del Bosque es quien menos culpa tiene, pues él se limita a convocar a los mejores jugadores posibles”. De acuerdo que fue Aragonés quien “copió” el “estilo Barça” para adaptarlo a la Selección española, pero don Vicente ha mantenido el mismo patrón de juego, ha mantenido al núcleo de jugadores que ganaron la EuroCopa y no hay partido de España en el que no jueguen, fijo, seis o siete azulgranas. ¿Qué pasa entonces, que se puede copiar impunemente la forma de jugar de un club pero no se puede liberar de un simple partido amistoso a siete de sus hombres clave? ¿Por el hecho de que la Federación española haya pactado con la mexicana la celebración de un bolo veraniego, tienen que ir convocados un montón de jugadores que ni siquiera se han entrenado y que, por tanto, tienen alto riesgo de lesionarse? ¿Tan importante es estrenarse como Campeones ante México, a costa de que el Barça se vea obligado a enfrentarse ante el Sevilla con una alineación inundada de críos y suplentes…? Entiendo perfectamente el enfado de Zubi y de Guardiola; lo entiendo, y yo también estoy (justamente) enfadado. Sobre Pep, hay que reconocer que está pasando sus peores momentos desde que llegó al club. Se le han juntado demasiadas cosas, y yo no sé cómo va a reaccionar. Primero, se vende a Chygrynskiy, jugador en quien él confiaba y mucho; no se vende a Ibrahimovic ni a Hleb, con quienes preferiría no tener que contar; se obliga al equipo a pegarse un palizón de miles de kilómetros sólo para que el club pueda vender más camisetas en Asia, jugando en campos en pésimas condiciones; no puede preservar a la super estrella Leo Messi, porque el contrato firmado por Laporta obliga a que el argentino juegue al menos media hora en cada partido; y, encima de todo, se trunca el único fichaje que había pedido, el de Cesc Fábregas. A mí me pilló desprevenido el comunicado emitido el viernes por el jugador, porque precisamente ese día las portadas de los diarios deportivos catalanes hablaban de una "última" oferta azulgrana por entre 42 y 50 millones de euros. A Cesc le pudo la presión mediática y, sobre todo, le pudieron las palabras paternalistas de su entrenador Arséne Wenger, quien le convenció una vez más de que él era la pieza sobre la que descansaba el proyecto del Arsenal y de que, por tanto, sería muy injusto que les dejara en la estacada para marcharse al club en el que se inició. El propio Guardiola ha dicho que comprende a Wenger, pero yo creo que Cesc debería haber esperado un poquito más antes de tomar su decisión (recordemos que el “mercato” se cierra el 31 de agosto). Pero bueno, como digo siempre, está claro que Fábregas recalará en Can Barça, si no este año, el que viene. Ahora falta por ver lo que se hace con los dineros que nos hemos ahorrado por no contratarle. Si se hiciera una encuesta científica entre todos los hinchas culés, estoy convencido de que la mayoría diría que habían que realizar uno o dos fichajes, siempre con el nombre de Mesut Ozil en todas las quinielas. De hecho, el sábado se llegó a decir que se había llegado a un compromiso verbal con el alemán y que sólo faltaba el “OK” de Pep para cerrar la operación. Aunque Pep, según parece, se ha vuelto todavía más chauvinista y dice que está dispuesto a apañarse con la cantera. Pero hombre de Dios, Pep de mis amores, ¿cómo puedes despreciar así el nombre de Ozil, una de las estrellas del Mundial, que costaría relativamente poco dinero, que ha manifestado públicamente su admiración por el Barcelona y al que también pretende el Real Madrid? Sólo con tal de que no lo tenga Mou, ya deberíamos haberlo fichado nosotros. Jonathan Dos Santos, Andreu Fontás, Oriol Romeu, Thiago Alcántara o Marc Muniesa, todos ellos prometedores chicos de la cantera, recalarán antes o después en el primer equipo, pero el Barça es un club grande y sigo insistiendo en que, aunque sea a un solo buen jugador, tenemos que fichar sí o sí.

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